NIÑO PEQUEÑO
Trasladar a tu bebé de la cuna a una cama para niños pequeños
Consejos sobre cuándo y cómo hacer la transición.

Escrito por
Dr. Harvey Karp

Decir adiós a la cuna de tu hijo es un gran hito, pero agridulce. No hay una edad específica recomendada para la transición a una cama para niños pequeños. Algunos padres lo hacen tan pronto como a los 15 meses y otros no hasta después de los 3 años.
El momento a menudo depende de las habilidades físicas de su hijo: querrá hacer la transición a una cama antes de que su intrépido pequeño domine el arte de escapar de la cuna.
Cuándo hacer la transición a una cama para niños pequeños
Más del 90% de los niños de 18 meses duermen en una cuna, pero eso disminuye gradualmente a alrededor del 80% a los 2 años y al 40% a los 3 años de edad.
Después del primer cumpleaños, es prudente bajar el colchón completamente y asegurarse de que su pequeño no tenga juguetes o protectores de cuna ya prohibidos para escalar. La parte superior de la barandilla de la cuna debe estar por encima de sus clavículas. Y siempre tenga una alfombra suave o moqueta en el suelo de la habitación (con una base antideslizante), porque las caídas desde esa altura pueden resultar en lesiones graves.
Por lo general, si parece que tu pequeño está planeando su primera fuga de la cuna, o si la has sorprendido saltando al estilo comando por encima de la barandilla, probablemente sea el momento de pasarla a una cama.
Si estás embarazada, generalmente es mejor pasar a tu pequeño de la cuna a una cama unos meses antes de que llegue el nuevo bebé (asumiendo que tu primer hijo ya tiene la edad suficiente para dejar la cuna). Si ya es después del nacimiento, podrías mantener a tu pequeño en la cuna un poco más de tiempo. Pero ten cuidado: si cambias a tu pequeño a una cama y la semana siguiente mueves al bebé a su antigua cuna, tu pequeño podría sentir celos, ¡como si le hubieras dado su querida posesión al nuevo intruso!
Cómo hacer la transición a una cama para niños pequeños
Cuando estés listo para hacer el cambio, recuerda que los niños pequeños cansados y malhumorados son especialmente rígidos y odian los cambios. Por lo tanto, acostumbra a tu hijo a la nueva cama haciéndola un lugar habitual para juegos tranquilos o masajes y siestas durante el día, momentos en los que será más flexible.
Tu pequeño tendrá una transición más fácil cuando continúes con otras señales de sueño familiares (como muñecos de apego, ruido blanco, tu rutina de dormir, canciones de cuna y lavanda).
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