PREGNANCY
La verdad sobre tus principales miedos en el embarazo
Estos datos avalados por la ciencia te ayudarán a respirar con más calma.

Escrito por
Happiest Baby Staff

COMPARTIR ESTE ARTÍCULO
ELECCIONES DE LOS PADRES
Más vendidos
PREGNANCY

Escrito por
Happiest Baby Staff

COMPARTIR ESTE ARTÍCULO
Más vendidos
Advertencia de contenido: Este artículo trata sobre la pérdida del embarazo y la muerte fetal.
El embarazo es una etapa de profunda alegría y de profunda preocupación casi a partes iguales. Tanto si eres madre o padre primerizo como si ya tienes experiencia, es normal que tu mente se llene de docenas de “¿y si…?”. Un estudio de 2021 publicado en el Journal of Affective Disorders descubrió que casi el 80% de las personas embarazadas manifestaban al menos un gran miedo relacionado con su embarazo, con preocupaciones que iban desde el aborto espontáneo y los defectos de nacimiento hasta las complicaciones en el parto y el posparto.
Pero aquí va la verdad: La mayoría de los temores durante el embarazo son muy poco probables o se pueden manejar perfectamente con la atención adecuada. Estamos aquí para acompañarte por los miedos más frecuentes del embarazo y ofrecerte datos tranquilizadores —respaldados por la ciencia— que te ayudarán a respirar un poco más tranquila.
La preocupación: “¿Y si pierdo al bebé al principio?”
Los datos: Este es uno de los miedos más habituales en el embarazo temprano. Aunque el aborto espontáneo es, tristemente, parte del camino reproductivo de muchas personas (se estima que el 10% de los embarazos conocidos terminan en aborto espontáneo), la gran mayoría ocurre en el primer trimestre, a menudo antes de que la persona se dé cuenta de que está embarazada.
Una vez que se detecta el latido del corazón (normalmente entre las semanas 6 y 8), el riesgo de aborto espontáneo baja de forma significativa, especialmente en los embarazos de bajo riesgo. Y después del primer trimestre, el riesgo cae al 1–5%.
Aunque nada puede reemplazar un embarazo muy deseado, puede reconfortarte saber que la mayoría de las personas que sufren una pérdida gestacional logran tener más adelante embarazos sanos.
La preocupación: “¿Y si algo va mal con mi bebé?”
Los datos: Aproximadamente el 3% de los bebés nacen con un defecto de nacimiento, pero lo que significa esto varía muchísimo, y conviene recordar que “defecto de nacimiento” es un término médico que se refiere a una variedad de condiciones de salud que comienzan antes del nacimiento. ¡No significa que una persona sea “defectuosa”!
La mayoría de los defectos de nacimiento son leves y tratables, y muchos no afectan a la salud a largo plazo. Medidas preventivas, como tomar ácido fólico, evitar el alcohol y las sustancias nocivas y controlar la diabetes, pueden reducir significativamente el riesgo.
La preocupación: “¿Y si mi bebé muere antes de nacer?”
Los datos: La muerte fetal (la pérdida de un bebé a partir de la semana 20 de embarazo) es absolutamente devastadora, pero poco frecuente. En Estados Unidos, afecta aproximadamente a 1 de cada 175 nacimientos.
La mayoría de los embarazos transcurren sin problemas, especialmente con un buen control prenatal. Mantener al día las citas prenatales ayuda a tu equipo médico a vigilar afecciones que pueden aumentar el riesgo, como la hipertensión, la diabetes gestacional o el retraso del crecimiento fetal. Controlar los movimientos del bebé en el tercer trimestre (a menudo llamado “recuento de patadas”) es otra forma de vigilar su bienestar. Si notas una disminución en los movimientos fetales, no esperes: ponte en contacto con tu profesional de salud de inmediato.
La preocupación: “¿Y si me pongo de parto demasiado pronto?”
Los datos: Cerca del 10% de los bebés en Estados Unidos nacen de forma prematura (antes de las 37 semanas). Los factores de riesgo incluyen embarazo múltiple, partos prematuros previos y ciertas infecciones.
Aunque el parto prematuro puede conllevar riesgos importantes, la mayoría de los bebés prematuros —sobre todo los nacidos después de las 34 semanas— prosperan gracias a la atención neonatal moderna. Si tienes un mayor riesgo, tu proveedor puede ofrecerte terapia con progesterona, vigilancia del cuello uterino u otras intervenciones. Aprende más sobre el parto prematuro.
La preocupación: “¿Y si no puedo soportar el dolor del parto?”
Los datos: El parto es intenso, sin edulcorarlo. ¡Pero no estás sola… ni sin opciones!
Los métodos de alivio del dolor durante el parto incluyen la epidural, medicamentos intravenosos, óxido nitroso y enfoques no médicos como el masaje y las técnicas de respiración. (Relacionado: ¡Mira estos consejos de relajación en el parto respaldados por la ciencia!) Si quieres una epidural, probablemente podrás tener una. Si prefieres un parto sin medicación, tu proveedor puede apoyarte con herramientas no farmacológicas. De cualquier manera, el equipo de salud está ahí para que estés lo más cómoda y acompañada posible. ¡Tú eliges el camino que mejor se adapte a ti!
La preocupación: “¿Y si las cosas no salen como planeé y necesito una cesárea?”
Los datos: Aproximadamente 1 de cada 3 nacimientos en Estados Unidos es por cesárea.
Puede que una cesárea no sea lo que imaginabas, pero es un procedimiento seguro y a menudo salva vidas. Gracias a las técnicas quirúrgicas modernas y al buen control de infecciones, los riesgos son bajos y la recuperación está muy acompañada. Hablar de tu plan de parto con tu proveedor puede ayudarte a prepararte física y emocionalmente para todas las posibilidades.
La preocupación: “¿Y si no me siento como yo misma después de dar a luz?”
Los datos: Se estima que 1 de cada 5 madres y 1 de cada 10 padres tienen dificultades con la salud mental, y cerca del 80% de los padres sufre “baby blues”. Pero además de ser frecuentes, los problemas de salud mental se pueden tratar.
Las pruebas de cribado durante y después del embarazo ayudan a identificar a quienes corren más riesgo. La terapia, los medicamentos y el apoyo de la comunidad pueden marcar una gran diferencia. Y estar atenta a tu salud mental puede jugar a tu favor. Echa un vistazo a la Caja de Herramientas de Bienestar Mental de Happiest Baby. Incluye ejercicios que puedes hacer antes del embarazo para identificar factores de riesgo y síntomas y prepararte emocionalmente para la nueva crianza.
La preocupación: “¿Y si por accidente como algo que no debo?”
Los datos: Ciertos alimentos, como el pescado crudo, los embutidos y los quesos no pasteurizados, pueden aumentar el riesgo de listeria u otras enfermedades de transmisión alimentaria, que pueden ser peligrosas durante el embarazo.
Dicho esto, es poco frecuente enfermarse por un desliz puntual, sobre todo si la comida estaba fresca y bien conservada. Seguir las pautas de seguridad alimentaria y lavar bien las frutas y verduras ayuda muchísimo. Si tienes dudas, llama a tu proveedor: están para ayudarte, no para juzgarte. (¡Consulta nuestra guía de alimentos a evitar durante el embarazo!)
La preocupación: “No puedo retener nada… ¿cómo está recibiendo nutrientes mi bebé?”
Los datos: Las náuseas y los vómitos en la gestación temprana (también llamados “náuseas matutinas” o morning sickness) son frecuentes y suelen ser señal de que las hormonas del embarazo van en aumento. La mayoría de los bebés crecen y se desarrollan con normalidad a pesar de estos síntomas.
Incluso si solo consigues tolerar galletitas saladas y agua, tu cuerpo prioriza los nutrientes para tu bebé. Si los síntomas se vuelven graves (por ejemplo, si no puedes retener líquidos durante más de 24 horas), podría tratarse de hiperémesis gravídica, una afección que necesita atención médica, pero que se puede tratar.
La preocupación: “¿Y si hago caca en la camilla?”
Los datos: Bien, a diferencia de otros miedos de esta lista, este es súper común. De hecho, hacer caca durante el parto es tan habitual que tu proveedor o tu enfermera ni se inmutarán.
Empujar para que nazca el bebé suele implicar usar los mismos músculos que en una evacuación intestinal. Tu equipo de salud espera que esto pueda pasar y lo maneja de forma discreta. Tú estarás demasiado concentrada en traer a tu bebé al mundo como para preocuparte por la modestia… ¡y así es justamente como debe ser!
La preocupación: “¿Y si me desgarran mucho… o necesito puntos?”
Los datos: Cerca de 9 de cada 10 mujeres sufren algún tipo de traumatismo perineal tras el parto, y alrededor del 60–70% de estos casos requiere puntos. Sin embargo, la mayoría son desgarros leves (de primer o segundo grado) y cicatrizan rápido.
Tu proveedor te guiará para que empujes de forma lenta y segura. Las compresas calientes, el masaje perineal y las posiciones verticales durante el parto pueden ayudar a reducir el riesgo de desgarro. Las episiotomías (cortes quirúrgicos) son menos frecuentes hoy en día y solo se usan cuando son absolutamente necesarias.
La preocupación: “Voy a estropearlo todo.”
Los datos: La maternidad/paternidad no viene con un manual de instrucciones… y está bien que así sea. La curva de aprendizaje es real, pero eres más que capaz de recorrerla.
Nadie empieza sabiéndolo todo. Tus instintos se activarán, y tus redes de apoyo (pareja, pediatra, amistades, apps) pueden orientarte.
El embarazo está lleno de incógnitas… pero eso no significa que estés indefensa. Buscar respuestas en fuentes confiables y rodearte de un equipo de salud sólido puede ayudar a calmar esos pensamientos que dan vueltas. Respira hondo… y recuerda: El miedo puede aparecer, pero no tiene por qué quedarse a vivir contigo.
Descargo de responsabilidad: La información en nuestro sitio NO es un consejo médico para ninguna persona o condición específica. Solo se proporciona como información general. Si tiene alguna pregunta o preocupación médica sobre su hijo o sobre usted mismo, por favor contacte a su proveedor de salud. La leche materna es la mejor fuente de nutrición para los bebés. Es importante que, en preparación para la lactancia y durante la misma, las madres lleven una dieta saludable y equilibrada. La combinación de lactancia materna y alimentación con biberón en las primeras semanas de vida puede reducir la producción de leche materna y es difícil revertir la decisión de no amamantar. Si decide utilizar fórmula infantil, debe seguir las instrucciones cuidadosamente.