NIÑO PEQUEÑO
Utiliza la ‘Regla de la Comida Rápida’ para tratar con un niño pequeño molesto
Las cadenas de comida rápida pueden tener sus problemas, pero hay algo que hacen increíblemente bien: comunicarse con los clientes.

Escrito por
Dr. Harvey Karp

Cómo tratar con un niño enojado
La Regla de la Comida Rápida es la regla de oro para comunicarse con cualquier persona que esté molesta. Lo prometo: Te sorprenderá cómo funciona con todos, desde niños pequeños hasta adolescentes y cónyuges temperamentales.
En resumen, la Regla de la Comida Rápida dice: Siempre que hables con alguien que esté molesto, repite primero sus sentimientos... antes de ofrecer tus propios comentarios o consejos.
Cómo funciona la Regla de la Comida Rápida para calmar a un niño enfadado:
Los locales de comida rápida pueden tener sus problemas, pero hay algo que hacen increíblemente bien: comunicarse con los clientes.
Imagina que tienes hambre. Te acercas a la ventanilla de pedidos del restaurante y una voz resuena en el altavoz, “¿Puedo ayudarte?” Respondes, “Una hamburguesa con papas fritas, por favor.”
Ahora... dime, ¿qué crees que te responderá el que toma la orden?
- ¿Qué pasa, demasiado perezoso para cocinar esta noche?
- “Deberías pedir 2 hamburguesas, pareces tener hambre.”
- “Son 5 dólares, por favor avance.”
¡La respuesta no es ninguna de las anteriores!
Lo primero que ella hará será repetirte tu pedido. Hace esto porque necesita asegurarse de que entiende exactamente lo que quieres (“Vale, eso es una hamburguesa con papas fritas. ¿Algo de beber?”) antes de proceder: “Son 5 dólares. Por favor, avance al frente.”
Las conversaciones normales tienen un patrón simple de ida y vuelta. Cuando hablamos, nos turnamos ("¡Me gusta el chocolate!" "¡A mí también! ¡Amo el chocolate!").
Pero este patrón cambia drásticamente cuando una persona está molesta.
Cómo ayudar a un niño enojado a calmarse con la regla de la comida rápida
La regla para hablar con alguien que está molesto o enojado es: la persona más afectada habla primero (y tiene un turno extra largo para desahogarse). La otra persona escucha pacientemente y repite sus sentimientos con cuidado e interés ("¡Vaya! ¡Lo que ella hizo realmente te enfadó!"). Solo después de eso, el amigo tiene la oportunidad de decir lo que piensa sobre la situación.
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