Cómo lidiar con un niño enfadado

La regla de la comida rápida es la regla de oro para comunicarse con cualquier persona enfadada. Te prometo que te sorprenderás cuando veas que funciona con todo el mundo, desde niños pequeños hasta adolescentes y cónyuges temperamentales.

En resumen, la regla de la comida rápida dice lo siguiente: Cuando hables con alguien que está molesto, repite primero en voz alta cómo se siente antes de darle tu opinión o consejo.

Cómo funciona la regla de la comida rápida para calmar a un niño enfadado:

Los restaurantes de comida rápida tienen sus inconvenientes, pero hay algo que hacen increíblemente bien: comunicarse con los clientes.

Imagina que tienes hambre. Te acercas en coche a la ventanilla para pedir y una voz resuena en el altavoz: «¿Qué desea tomar?». Respondes: «Una hamburguesa con patatas fritas, por favor».

Ahora... piensa qué crees que te responderá el encargado del pedido.

  • «¿Qué pasa, que te da pereza cocinar esta noche?».
  • «Deberías pedir dos hamburguesas, tienes cara de hambre».
  • «Son 5 euros. Por favor, continúe».

La respuesta no es ninguna de las anteriores.

Lo primero que hará el camarero será repetir la comanda, y lo hará para asegurarse de haber entendido claramente lo que quieres («Vale, una hamburguesa con patatas fritas. ¿Desea algo de beber?») antes de decirte: «Son 5 euros. Por favor, continúe».

Las conversaciones normales siguen un patrón simple de ida y vuelta. Cuando hablamos, hablamos por turnos («¡Me gusta el chocolate!», «¡A mí también! ¡Me encanta el chocolate!»).

Pero este esquema se transforma por completo cuando una de las personas está molesta.

Cómo ayudar a un niño enfadado a calmarse con la regla de la comida rápida

La regla para hablar con alguien que está molesto o enfadado es la siguiente: el que esté más enfadado hablará primero (y tendrá un turno más para desahogarse). La otra persona escuchará pacientemente y repetirá en voz alta cómo se siente el otro, prestando atención y mostrando interés («Vaya, te ha molestado de verdad lo que ha hecho»). Entonces, esa amiga ya puede dar su opinión acerca de la situación.

En un restaurante de comida rápida, la persona que tiene más hambre es la primera en pedir. Y con los padres y los hijos (o en cualquier diálogo entre dos personas), la persona que está más disgustada —la que necesita más atención— será la primera en hablar.

¿Es realmente tan importante hablar por turnos? ¡Por supuesto! He aquí la razón: las personas que están alteradas son pésimos oyentes. Las emociones fuertes (como la ira y el miedo) convierten nuestras mentes abiertas en cámaras cerradas. Pero una vez que expresamos nuestros sentimientos —y se nos reconocen o validan—, nuestra mente vuelve a abrirse y podemos prestar de nuevo atención a las sugerencias de las personas a las que queremos.

Una técnica más para calmar a un niño enfadado

Cuando una persona comparte sus sentimientos contigo y los repites en voz alta, lo que estás diciendo (las palabras) no es tan importante como la forma en que lo dices (el tono de voz, la expresión facial y los gestos).

Muchos papás y mamás dicen que la regla de la comida rápida es una de las habilidades parentales (y vitales) más importantes que han aprendido.

Más consejos para lidiar con un niño enfadado:

Aprende a hablar el idioma de tu pequeño disgustado. Para asegurarte de llegar a tu hijo, es importante que le hables en un lenguaje que pueda entender, el lenguaje al que yo llamo toddler-ese. Aprende a hablar toddler-ese con fluidez aquí.

Fomenta la cooperación con ratos de actividades positivas. Por muy importante que sea lidiar con los desplantes y las rabietas de los niños pequeños en el momento, saber «dar luz verde» al comportamiento bueno y colaborador es más importante. Una forma de hacerlo es con lo que yo llamo time-ins, que son pequeñas recompensas por el buen comportamiento. Encontrarás más información sobre los time-ins aquí

Utiliza la respiración mágica. Enseñar a tu hijo los beneficios calmantes de respirar profundamente puede ayudarle a empezar a autorregularse cuando se enfade. Descubre aquí cómo hacer las respiraciones mágicas

Proponle un compromiso en el que los dos salgáis ganando. Los niños se pasan el día creyendo que nunca ganan. Así que, cuando te enfrentes a tu hijo, ¿por qué no llegar a un acuerdo que os permita a ambos sentiros ganadores? Aquí te contamos cómo llegar a un compromiso en el que los dos salgáis ganando

Haz lo posible por mantener la calma. Los niños pequeños enfadados saben muy bien cómo sacarnos de quicio. Pero recuerda que tu hijo pequeño siempre te está observando... Y si tú explotas, aprenderá que ese comportamiento es aceptable. Aquí te contamos cómo mantener la calma cuando tu hijo pequeño te saque de quicio.

Resérvate los castigos para los comportamientos agresivos o peligrosos. Aunque tu instinto sea castigar a tu hijo cuando estalle, es fundamental que te abstengas de imponer consecuencias para que asuma su parte de responsabilidad, como los time-outs o las «multas», para los comportamientos peligrosos o agresivos. 

Nunca azotes a tu hijo. Al azotar a un niño, le estás enseñando que la violencia es una forma aceptable de gestionar los sentimientos de enfado y malestar. 

Últimas reflexiones sobre cómo lidiar con un niño enfadado

Lidiar con las explosiones de enfado de tu hijo puede ser todo un reto. Para obtener consejos sobre cómo atenuar las rabietas y fomentar la cooperación, consulta El niño más feliz.

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