No importa cómo hayas dado a luz, ya sea mediante un parto vaginal o por cesárea, en casa o en el hospital, después de 36 largas horas o solo unos minutos... Sea como fuere, tu cuerpo tendrá que recuperarse de las repercusiones del parto, que por desgracia no estarán exentas de cierta incomodidad y dolores.

Después de ser mamá, la actriz y modelo Chrissy Teigen desveló una de las grandes verdades en torno al posparto en uno de sus tuits: «Nadie me había dicho que yo también volvería a casa en pañales». También compartió una divertida foto en la que mostraba a sus seguidores su «autorregalo posparto».

Chrissy se ganó el respeto de las redes al abordar abiertamente un tema del que las mamás no suelen hablar: aquellas dificultades que experimenta el cuerpo y que parecen ser demasiado personales, privadas o incluso vergonzosas como para hablarlas. De hecho, lo que ocurre después de dar a luz pilla por sorpresa a muchas mujeres.

En los días y semanas posteriores al parto, tu cuerpo pasará por un proceso de recuperación y que, todo hay que decirlo, es absolutamente normal y natural. Con algo de información y un cuarto de baño bien abastecido, empezarás a recuperarte en un abrir y cerrar de ojos.

Molestias, picores, dolor en la vagina y recuperación después de dar a luz

Hay mujeres que han nacido para traer niños al mundo, pero... qué dolor. Después de un parto vaginal, todas las mujeres van a tener dolores, molestias, hematomas o hinchazón en la vagina y la zona perineal, especialmente cuando estén sentadas o en movimiento.

Algunas mujeres sufren desgarros vaginales al dar a luz. No es de extrañar, pues cuando tu bebé esté listo para nacer ya tendrá la cabeza del tamaño de un melón dulce. Dependiendo de cómo sea el desgarro, es posible que la matrona te suture la zona en la sala de parto. Cicatrizará y los puntos se reabsorberán por sí solos en unas semanas, pero es normal que sientas pinchazos y escozor.

En caso de que la matrona tenga que asistirte durante el parto con una ventosa o unos fórceps o si te realizan una episiotomía, las repercusiones pueden ser mucho mayores. Por eso sería conveniente que consultaras las distintas opciones antes del parto.

Consejos de cuidado: la vagina después del parto

  • Ten paciencia, tu cuerpo tiene sus propios ritmos. Intenta dormir, descansar y deja que te cuiden como a una reina, te lo mereces.

  • Usa una botella de irrigación perineal (una botella que echa agua al apretarla) hasta que te encuentres mejor. Échate agua mientras orinas y cuando hayas terminado para aliviar el escozor, mantener la zona limpia y evitar infecciones. Luego, sécate con cuidado con papel higiénico limpio o una toallita húmeda sin alcohol. Es importante no frotar.

  • Para aliviar el dolor, puedes ponerte una bolsa con hielo, sentarte sobre una almohada, usar compresas con hamamelis o tomar un baño de asiento, pero que el agua no te cubra más allá de la zona sensible.

  • Si el dolor te resulta demasiado molesto, toma ibuprofeno o paracetamol (la aspirina puede aumentar el riesgo de sangrado). En caso de que le estés dando el pecho a tu bebé, siempre debes consultar a un profesional sanitario antes de tomar cualquier tipo de medicación. Algunas matronas también recomiendan utilizar aerosoles para anestesiar la zona.

Sangrado posparto, secreciones y dolor tipo cólico

Lo sentimos, mamá. Es imposible evitar a la tríada, incluso si te han hecho la cesárea.

Justo después del parto, tu cuerpo empezará a expulsar sangre y restos del revestimiento uterino, los denominados loquios. El sangrado y las secreciones son más abundantes en los primeros días después del parto y van disminuyendo pasados de cinco a diez días, cuando se convierten en secreciones y manchado ligeros que durarán de cuatro a seis semanas. Las secreciones suelen ser menos abundantes después de los partos por cesárea. Consulta a un profesional sanitario si el sangrado no se ha reducido de forma considerable pasados unos días.

Es posible que también experimentes dolor tipo cólico, es decir, dolores similares a los retortijones de la regla o a contracciones leves, a medida que el útero vaya recuperando su tamaño normal.

Consejos de cuidado: el posparto o puerperio

  • En la clínica o el hospital, los cuidadores te darán unas braguitas de malla. Antes de irte, pide que te den algunas más. Son poco elegantes, pero mantienen bien sujetas las compresas grandes de alta absorción y evitan que tu ropa interior favorita se eche a perder.

Problemas para ir al baño después de dar a luz

Si dar a luz a te daba miedo, espera la primera llamada de la naturaleza después del parto. Después del alumbramiento, muchas mujeres sienten cierto temor a la hora de ir al baño, lo cual puede desembocar en estreñimiento.

Consejos de cuidado: salud intestinal en el posparto

  • Que el ritmo no pare: bebe mucha agua y lleva una dieta sana rica en fruta y verdura. Los suplementos alimenticios pueden ayudar.

  • Y como más vale prevenir que curar, toma algún tipo de ablandador de heces, como un zumo de ciruela, de aloe vera o leche de magnesia poco después del parto. Si le estás dando el pecho a tu bebé, consulta a un especialista antes de consumir leche de magnesia. Si ninguno de ellos funciona, pídele a la matrona que te recete algún medicamento para que puedas ir al baño sin miedo.

Hemorroides posparto

No hay vuelta de hija, son lo que son. Las hemorroides posparto son venas hinchadas en el recto normalmente causadas por una dilatación excesiva, como ocurre cuando tienes estreñimiento crónico o hay un bebé haciendo presión sobre las venas abdominales durante meses. A pesar de ser una consecuencia común del parto y el alumbramiento, las hemorroides posparto pueden pillarte por sorpresa.

Consejos de cuidado: las hemorroides posparto

  • El estreñimiento es el enemigo, por eso bebe mucha agua y toma mucha fibra para mantener tus tractos activos e ir al baño sin problema. Aun así, si no tienes ganas, es porque tu cuerpo aún no está preparado para ir, pero no esperes demasiado tampoco, por eso es recomendable tomar ablandadores de heces.

  • Algunos de los consejos para combatir el dolor en la zona de la vagina también pueden ser útiles: sentarse sobre una almohada, ponerse una bolsa con hielo, echarse un poco de hamamelis o calmar el escozor con un baño de asiento.

  • También hay cremas que no necesitan receta y sirven para aliviar el picor y el escozor. Pídele a tu matrona que te recomiende una.

Orinar con frecuencia después de dar a luz

El embarazo está repleto de idas y venidas al baño. Durante el puerperio, muchas madres experimentan la necesidad frecuente de orinar a medida que el cuerpo empieza a perder el exceso de líquidos que se han ido acumulando a lo largo del embarazo.

Algunas mujeres incluso tienen dificultadas para contener la orina. De hecho, el esfuerzo que supone dar a luz mediante un parto vaginal puede causar incontinencia leve en las madres primerizas (algo que quizá descubras cuando menos te lo esperas en medio de unas risas o después de un estornudo).

Consejos de cuidado: el posparto o puerperio

  • Practicar los ejercicios de Kegel es la mejor manera de recuperar la fuerza de los músculos del suelo pélvico, que son los responsables de controlar la orina. De momento, un salvaslip finito bastará para mantener tus braguitas secas.

  • Habla con tu matrona si ves que no mejoras pasadas unas semanas. Unas sesiones de fisioterapia podrían venirte bien.

Entre visita y visita a la consulta del pediatra, no olvides ir a ver a la matrona para que te haga una revisión posparto. Esta suele hacerse a las seis semanas, cuando a las mamás se les da luz verde para volver a practicar sexo. Durante esta visita, algunas madres se informan acerca de los distintos métodos anticonceptivos, aunque, la verdad sea dicha, no todos los cuerpos están preparados para entrar en materia tan pronto.

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