Consejos para mamás y papás primerizos
Muchos son los que dan consejos a las mamás y papás primerizos sobre cómo hacer las cosas. Yo he puesto algunos por escrito y, créeme, los vas a necesitar. Pero estos consejos tienen algo diferente: te ayudarán a crecer, progresar y disfrutar de la maternidad o paternidad como primerizo.
Consejos para mamás y papás primerizos
1. Confía en tus habilidades
Algunas mamás y papás primerizos acaban desbordados por las emociones al ver que unas veces lo hacen todo de maravilla y otras como si fueran unos novatos ineptos. Pero ¿sabes una cosa? Eres un eslabón más, nuevo y brillante, en una cadena de progenitores que se remonta al inicio de los tiempos y que lo ha conseguido. Créeme, en el futuro todo será mucho más complicado (miedos, amistades injustas, traumas de adolescencia, etc.). Pero de momento, tu labor será todo un éxito si te centras en aquello que de verdad importa ahora: amor, contacto físico, canciones, leche y paciencia.
2. Sé amable contigo mismo
Como muchas mamás y papás primerizos, seguro que no has tenido la oportunidad de tocar a un recién nacido muy a menudo antes de tener al tuyo. Aun así, esperas ser automáticamente un experto en el cuidado de bebés. Hazte un favor y pídele a ese «juez» que tienes en la cabeza que se vaya a dar un paseo por la playa. Date a ti mismo el mismo apoyo que mostrarías a tu mejor amigo. Es, sin lugar a dudas, uno de los caminos hacia la satisfacción y la felicidad.
3. Intenta dormir más, en serio
Si imaginamos la maternidad como un globo de felicidad, el cansancio sería el alfiler que lo hace explotar. La cantidad de sueño puede cambiarlo todo, para bien y para mal. En mis treinta años como pediatra, he podido observar como el cansancio ha llevado a madres y padres a llorar de impotencia. Te hace sentir solo, torpe, estar irritable y puede ser la causa de enfermedades y accidentes graves. Las 5 S’s son una sencilla herramienta que ayuda a los bebés a dormir, al igual que la nueva cuna inteligente SNOO, ¡la cuna más segura y eficaz jamás fabricada! Vale, quizá mi criterio sea poco objetivo, pero es la verdad.
4. Si te ofrecen ayuda, acéptala
Nunca antes en la historia se había esperado que las mamás y los papás tuvieran que ocuparse de sus recién nacidos completamente solos. Siempre ha habido madres, tías y hermanas mayores cerca para echar una mano. Y cuando ambos progenitores trabajan, mayor es la presión. Así que, no dudes en pedir ayuda o pagar a alguien. Necesitas ayuda y mereces recibirla. Busca apoyo en familiares y amigos, prueba la cuna SNOO o contrata a alguien. Dormirás mejor y podrás disfrutar de tu familia plenamente.
5. Sé flexible
Pronto te darás cuenta de que hay filosofías de crianza con las que te identificas más que con otras, pero si a mí me pidieran que hiciera pegatinas para parachoques para mamás y papás, pondría «Flexibilidad... o muerte». Es maravilloso tener ideas y hacer planes, pero nuestros hijos han venido a este mundo para poner en tela de juicio nuestras expectativas preconcebidas. Hay una frase que escribió un señor allá por el año 1600 que me encanta: «Antes de tener hijos, tenía seis teorías sobre cómo habían de ser criados. Ahora tengo seis hijos y cero teorías». Mantente flexible sobre todo cuando las cosas no vayan como habías planeado. Te sorprenderá ver lo bien que le sienta a tu estado de ánimo permitir que todo siga su curso natural.
6. Tómate las cosas con sentido del humor
Recuerda, la perfección solo es una entrada en los diccionarios. Así que, deja a un lado la dignidad, la organización, sé amable contigo mismo y ríe, ríe hasta que te duela la tripa. La risa te alegra el corazón, reduce el estrés y es la medicina que todos los médicos recomiendan.
7. Cuida a tu familia, déjate cuidar y ¡haced algo divertido!
Cuidar de tu bebé solo es una parte del trabajo. La otra parte consiste en mimar y prestar atención a tu otra mitad. Aprovechad para salir a cenar o dar un paseo cuando algún familiar venga a visitaros. Sacad tiempo para cocinar juntos, acurrucaos en el sofá y, bueno, quizá también podríais... ya sabes.
8. Vive la vida
Que te digan que «el tiempo pasa volando» al final acaba molestando tanto como que te digan «duerme cuando duerma el bebé». Lo sé, pero es que es verdad. Y si permites que tus pensamientos se queden anclados en el pasado o en el futuro, te perderás el maravilloso milagro de ver crecer a tu pequeño en su primer año de vida. Tómalo en tus brazos y siente los latidos de su corazoncito. Piérdete en su sonrisa. Escúchalo decir «mamá» o «papá» por primera vez. En la vida hay pocos momentos más felices que estos, si es que los hay. Disfrútalos y sigue creciendo.
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